Esta pregunta es clave antes de iniciar cualquier sesión de masaje infantil, bien sea en plena clase junto a tu instructora o en la intimidad de tu hogar con tu guagua, muchos creen que no es necesario pedirle permiso a un bebé porque no entiende y la realidad es que son traductores profesionales en gestos y miradas. Es verdad no comprenden nuestras palabras, pero cada vez que le hablas con una sonrisa en la cara encontrarás una respuesta que te hará olvidar todos los problemas desde una mirada de amor hasta balbuceos que sólo tu entiendes. Pero el hecho de pedirle permiso a tu bebé antes de hacerle un masajito va mucho más allá, porque al respetar su decisión de ser o no tocado en ese momento comienza a crear patrones sólidos, así a futuro si viene cualquier extraño con dobles intenciones podrá decirle ¡NO! sin pensarlo dos veces. Si tú como mamá no respetas su querer ¿Cómo crees que otros lo harán? Seguramente te estarás preguntando ¿Y cómo se si quiere o no el masaje? Es muy sencillo y son casi las mismas reacciones que tenemos como adultos, cuando queremos algo aperturamos nuestras extremidades, fijamos la mirada y tenemos gestos amables, pero cuando no queremos ser tocados nos alejamos, esquivamos cualquier estímulo y en el peor de los casos lloramos. ¿Quieres unirte a nuestras clases de masaje infantil? Sólo debes dejar tu correo abajo en los comentarios.