Cuando ves a tu peque caminando sobre tierra, arena o pasto ¿Cuál es tu reacción? Creemos que existen 2 grupos de padres bien diferenciados, algunos evitan esta situación a toda costa por los gérmenes y suciedad en general mientras que otros sienten que es una experiencia inolvidable durante la niñez, pero lo que muchos no saben es que esta simple actividad trae consigo beneficios asombrosos a nivel psicomotor.

Uno de los más importantes es del área sensorial, cuando tu guagua camina sobre superficies irregulares e incluso con temperaturas diferentes se activarán cientos de receptores sensitivos y térmicos en la planta de sus pies, de esta forma podrá conocer mejor su cuerpo y el entorno que lo rodea ¡No hay nada mejor que aprender jugando!

Además estabilizar su centro de gravedad en la arena o incluso sobre un monto de cojines apilados desarrollará su equilibrio, coordinación y consciencia corporal, un dato curioso es que al mismo tiempo se activarán grupos musculares en piernas y pies los mismos que elevan los huesillos del pie formando el arco plantar, sí ese famoso arco que estamos empeñados en moldear con zapatos se forma simplemente jugando.

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